La respiración es un indicador sensible e integrador de la calidad de suelos. Qué factores inciden y cómo se mide.
La funcionalidad de un suelo es definida como su capacidad para proveer las funciones claves para el ecosistema, entre ellas la productividad biológica, el ciclaje de nutrientes, la estabilidad física y el desarrollo y productividad de las plantas.